Revista Cient�fica Estudiantil Inmedsur

Vol. 6� No.1 2023 e206

ISSN: 2708 � 8456 RNPS: 2482

 

ART�CULO ORIGINAL

 

Factores de riesgo y enfermedades no transmisibles asociados a la hipertensi�n arterial en la mujer adulto medio

Risk Factors and Non-communicable Diseases Associated with High Blood Pressure in Adult Middle-aged Woman

 

Daniela Sobeida Sobrino Jim�nez^1*https://orcid.org/0000-0001-5745-7675

Javier de Jes�s Morales Alejo¹ https://orcid.org/0000-0001-7416-8784

Yusim� Alejo Padr�n² https://orcid.org/0000-0001-5745-7675

 

¹ Universidad de Ciencias M�dicas de Cienfuegos. Cienfuegos. Cuba.

² Policl�nico Comunitario �rea 3 Octavio de la Concepci�n y de la Pedraja. Cienfuegos. Cuba.

 

*Autor para la correspondencia: dsobrinojimenez@gmail.com

 

RESUMEN

Fundamento: la hipertensi�n arterial constituye un problema de salud a nivel mundial, pues el 30 % de la poblaci�n sufre de sus consecuencias. El riesgo de desarrollarla es muy alto si no se modifica el estilo de vida y se introducen medidas higi�nico-diet�ticas adecuadas.

Objetivo: caracterizar los factores de riesgo y enfermedades no transmisibles asociados a la hipertensi�n arterial en la mujer adulto medio.

M�todos: se realiz� un estudio descriptivo, de corte transversal con un universo de 1069 mujeres hipertensas de 30 a 59 a�os en el per�odo comprendido desde enero a diciembre de 2021. Se emplearon las variables: edad, nivel de escolaridad, a�os de evoluci�n, factores de riesgo, enfermedades no transmisibles asociadas a la hipertensi�n arterial y riesgo cardiovascular. Se aplic� la estad�stica descriptiva.

Resultados: el 44,8 % (121 casos) de los pacientes eran universitarios, el 61,1 % ten�a m�s de 10 a�os de evoluci�n de la enfermedad, el 78,1 % (211 pacientes) eran obesos o con sobrepeso, el 7,4 % ten�a el h�bito de fumar y el 6,3 %, dislipidemia. La principal enfermedad no transmisible asociada fue la diabetes mellitus.

Conclusiones: la hipertensi�n arterial es la m�s com�n de las condiciones que afecta la salud de los individuos y las poblaciones en todo el mundo. Representa por s� misma una enfermedad, tambi�n un factor de riesgo importante para padecer de otras enfermedades. El manejo de los pacientes en las distintas �reas de salud ajustado a los protocolos nacionales debe estar encaminado a modificar estilos de vida.

Palabras clave: factores de riesgo; hipertensi�n arterial; mujer adulto medio

 

ABSTRACT

Background: the high blood pressure it constitutes a problem of health at world level, because the population's 30 % suffers of its consequences. The risk of developing it is very high if we don't modify the lifestyle and appropriate hygienic-dietary measures are introduced. �

Objective: to characterize the factors of risk and non-communicable illnesses associated to the high blood pressure in the adult middle-aged woman. �

Methods: an descriptive study, of traverse court was carried out with an universe of 1069 women with high blood pressure of 30 to 59 years in the period from January to December of 2021. The variables were used: age, school level, years of evolution, factors of risks, non-communicable illnesses associated to the high blood pressure and cardiovascular risk. The descriptive statistic was applied.

Results: 44,8 % (121 cases) of the patients they were university, 61,1 % had more than 10 years of evolution of the illness, 78,1 % (211 patients) they were obese or with overweight, 7,4 % had the habit of smoking and 6,3 % dyslipidemia. The main associate non-communicable illness was the diabetes mellitus. �

Conclusions: the arterial hypertension is the more common of the conditions that it affects the health of the individuals and the populations in all the parts of the world. It represents for itself an illness, as well as a factor of important risk for other, we consider that the handling of the patients in the different areas of health adjusted to the national protocols should be guided to modify lifestyles. �

Keywords: factors of risk; high blood pressure; adult middle-aged woman

 

 

INTRODUCCI�N

Las enfermedades cardiovasculares ocupan un lugar cimero como causa principal de morbilidad y mortalidad, a pesar de las mejoras en los resultados cl�nicos, no obstante, persisten las desigualdades entre pa�ses y muchos factores de riesgo. Dentro de las enfermedades no transmisibles (ENT), la hipertensi�n arterial (HTA) constituye un problema de salud a nivel mundial, pues el 30 % de la poblaci�n sufre de sus consecuencias, lo que provoca 7,1 millones de muertes en todo el mundo, cifra que representa un 13 % de la mortalidad total. Es responsable de discapacidad y origina muertes prematuras con un 11 % de a�os de vida perdidos. La escasez de s�ntomas en sus etapas iniciales, unido al da�o de la mayor�a de los �rganos y sistemas del organismo, le han dado el calificativo de enemigo o asesino silencioso. ⁽¹⁾ Es el factor de riesgo m�s importante de muerte y discapacidad a nivel global, sobre todo las relacionadas con ictus y enfermedades del coraz�n, que afectan a m�s de mil millones de personas y causa un estimado de 9,4 millones de muertes por a�o, el 80 % de las cuales se registran en los pa�ses de bajos y medianos ingresos. ^(2,3)

La Organizaci�n Panamericana de la Salud (OPS), demuestra la existencia de factores que predisponen la aparici�n de la HTA, algunos no modificables como: la edad, donde su aumento trae aparejado un incremento de la tensi�n arterial (TA); normotensos mayores de 55 a�os tienen un 90 % de probabilidad de riesgo de desarrollar HTA. ⁽¹⁾

La HTA se ha convertido en el factor de riesgo m�s prevalente entre los pacientes que presentan enfermedad cardiovascular y el riesgo de desarrollarla es muy alto si no se modifican los estilos de vida y se introducen medidas higi�nico-diet�ticas, consistentes en la reducci�n de las color�as consumidas diariamente, disminuci�n de la ingesta de sal, moderaci�n en el consumo de alcohol, supresi�n del tabaco y realizaci�n de ejercicio f�sico de forma regular. ^(4,5)

En el continente americano, cerca de 140 millones de personas presentan hipertensi�n arterial, mientras que en Am�rica Latina y el Caribe se calcula entre el 8 y el 30 %. Se estima que en el transcurso de los pr�ximos 10 a�os habr� 20,7 millones de muertes por enfermedad cardiovascular, de las cuales 2,4 millones ser�n atribuibles a la HTA en la regi�n de las Am�ricas. En un futuro, el 90 % de los individuos que actualmente presentan cifras de tensi�n arterial dentro de los l�mites normales, a partir de los 55 a�os desarrollar�n la citada afecci�n. ⁽⁶⁾

Todas las prevalencias de la HTA en el mundo andan cerca del 30 % como promedio. Latinoam�rica ocupa las tasas m�s altas de prevalencia y los peores controles. Lo m�s complicado del problema es que dentro de un mismo pa�s esta prevalencia puede variar mucho y tener un impacto diferente entre poblaciones. ⁽⁷⁾

En Cuba, la prevalencia de la HTA en el 2020 fue de 230,2 por cada 1000 habitantes. Aumenta con la edad a partir de los 25 a�os con marcada incidencia en el sexo femenino. Cienfuegos sobrepas� la media con 244,3 por cada 1000 habitantes. ⁽⁸⁾

En Cienfuegos, seg�n estudios del proyecto CARMEN (Conjunto de Acciones para Reducir Multifactorialmente las Enfermedades no transmisibles) muestra que la poblaci�n ha tenido un incremento en la prevalencia de la enfermedad en los �ltimos 20 a�os y que los factores de riesgo que se analizan muestran que el problema luego de mejorar, en los �ltimos 10 a�os, empeora y de manera general los valores son muy superiores a los observados durante la primera medici�n de CARMEN. ^(9,10)

El cuadro de salud muestra que en estos momentos m�s del 35 % de la poblaci�n con m�s de 17 a�os tienen un incremento sostenido de la presi�n arterial igual o superior a 140 o 90 mmHg. ^(5,10)

En Cuba la HTA como enfermedad cardiovascular es una entidad que se ha establecido, no solo como uno de los factores de riegos m�s importantes para da�os a la salud en diferentes �rganos diana, adem�s, del incremento de su morbilidad y mortalidad en Cuba en los �ltimos tiempos. La adopci�n de estilos de vida saludable resulta vital para la prevenci�n y tratamiento de la HTA. Elementos clave como: una dieta rica en frutas y verduras, la disminuci�n de la ingesta de sal y alcohol, la p�rdida de peso en pacientes con sobrepeso u obesidad, as� como la actividad f�sica regular, pueden prevenir y retrasar el desarrollo de hipertensi�n. Por otra parte, las modificaciones en el estilo de vida pueden reducir las dosis necesarias de antihipertensivos para el control de este trastorno.

El �rea de salud correspondiente al Policl�nico Comunitario �rea 3 Octavio de la Concepci�n y de la Pedraja no ha estado ajena a la problem�tica actual. Hasta el a�o 2021 contaba con una poblaci�n total de 18061 habitantes y seg�n la dispensarizaci�n 4890 personas eran hipertensos. ⁽¹¹⁾ En el grupo de 18 a 24 a�os son hipertensas, 11 mujeres y 13 hombres, en el grupo de 25 a 59 a�os, 981 mujeres y 888 hombres, describiendo la segunda cifra m�s alta; en el grupo de 60 a 64 a�os son hipertensas 382 mujeres y 328 hombres, en el de 65 a�os y m�s son hipertensas, 1367 mujeres y 918 hombres, para un total de 2742 mujeres con hipertensi�n arterial en el �rea de salud y 2148 son hombres. ⁽¹¹⁾

Es evidente que la prevalencia de hipertensi�n arterial es mayor en el sexo femenino que en el masculino. Desde una perspectiva de g�nero, en nuestra �rea de salud se encontraron en los datos epidemiol�gicos, que enferman m�s mujeres de hipertensi�n y de diabetes mellitus, que los sujetos del sexo masculino. Estad�sticamente asisten a consulta m�s las mujeres, con una alta prevalencia de las comprendidas en el grupo etario de adultos medio o de mediana edad. Este aspecto motiv� a realizar este trabajo, con el objetivo de caracterizar los factores de riesgo y enfermedades no transmisibles asociados a la hipertensi�n arterial en la mujer adulto medio; �poca de la vida donde el control de los factores de riesgo es decisivo para evitar la aparici�n y complicaciones desde la interdisciplinariedad. ⁽¹²⁾

 

 

M�TODOS

Se realiz� un estudio descriptivo, de corte transversal en sistemas y servicios de salud desde enero hasta diciembre 2021. El universo qued� constituido por 1069 mujeres hipertensas de 30 a 59 a�os, pertenecientes a los 16 Consultorios M�dicos de la Familia (CMF) del �rea 3. La muestra de estudio fue seleccionada por muestreo probabil�stico aleatorio simple y estuvo constituida por 270 mujeres adultos medio correspondientes a los 6 CMF escogidos por conglomerados biet�picos, que cumplieron con los criterios de inclusi�n: pacientes que dieron su consentimiento para la participaci�n en el estudio, pacientes femeninas con HTA en el rango de edades definidos. ⁽⁹⁾

Se estudiaron las variables: edad, nivel de escolaridad, a�os de evoluci�n, factores de riesgo, enfermedades no transmisibles asociadas a la hipertensi�n arterial y riesgo cardiovascular. La recopilaci�n de la informaci�n se realiz� con las historias de salud familiar y las bases de datos de los pacientes hipertensos del Proyecto Reducci�n del Riesgo Cardiovascular a trav�s del control de la Hipertensi�n Arterial y la prevenci�n secundaria del �rea 3 del municipio Cienfuegos.

Los datos se procesaron en una computadora Pentium IV mediante el procesador estad�stico SPSS (Statistc Package for the Social Sciencie) versi�n 21.0 para Windows. Se emple� la estad�stica descriptiva. Durante la realizaci�n del trabajo, no se efectu� ninguna intervenci�n terap�utica y se respet� la confidencialidad de los datos obtenidos. Se mantuvo como premisa respetar los principios bio�ticos de los estudios con seres humanos, establecidos en la II Declaraci�n de Helsinki y en las normas �ticas cubanas. Se obtuvo el consentimiento informado verbal de los pacientes, garantizando que la informaci�n recibida solo ser� utilizada con fines investigativos.

 

 

RESULTADOS

Al distribuir a los pacientes seg�n la edad, se observ� el predominio del grupo de 50 a 59 a�os para un 62,2 % (168 pacientes), seguido del grupo de 40 a 49 a�os para un 29,6 % (80 casos). Se observ� que la incidencia de hipertensi�n arterial se incrementa a medida que aumenta la edad. (Tabla 1).

 

Tabla 1. Distribuci�n de mujeres adultos medio hipertensos seg�n grupos de edades

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El nivel de escolaridad es un elemento a considerar debido a su influencia en el cumplimiento de las indicaciones terap�uticas y en particular del tratamiento antihipertensivo. En cuanto a la escolaridad predomin� el nivel universitario en un 44,8 % (121 casos) sobre el resto de los niveles educacionales, lo que se corresponde con la elevaci�n del nivel de instrucci�n de la poblaci�n y las posibilidades que brinda el estado para estudio ya sea por una v�a o por otra. (Tabla 2).

 

Tabla 2. Distribuci�n de mujeres adultos medio hipertensos seg�n escolaridad

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Se realiz� un an�lisis gr�fico de la cantidad de mujeres adulto medio hipertensas en el tiempo desde su diagn�stico. El mayor por ciento (61,1 %) de las pacientes ten�an m�s de 10 a�os de evoluci�n de la enfermedad. (Gr�fico 1).

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������� Gr�fico 1. Distribuci�n de mujeres adultos medio hipertensas seg�n a�os de evoluci�n de HTA

 

El predominio de la obesidad y el sobrepeso aparecen como principal factor de riesgo modificable con un 78,1 % (211 pacientes) de los pacientes, seguido por el h�bito de fumar con un 7,4 % (20 casos). (Tabla 3).

 

Tabla 3. Distribuci�n de mujeres adultos medio hipertensas seg�n algunos factores de riesgo asociados

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La distribuci�n de mujeres adultos medio hipertensas seg�n las principales enfermedades no transmisibles asociadas, sobresaliendo los 31 pacientes con diabetes mellitus (DM) (11,5 %), seguido de 17 casos con cardiopat�a isqu�mica (6,3 %) y 12 con neoplasias (4,4 %). (Tabla 4). �

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Tabla 4. Distribuci�n de mujeres adultos medio hipertensas seg�n principales enfermedades no transmisibles asociadas

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La distribuci�n de mujeres adulto medio hipertensas seg�n la clasificaci�n del riesgo cardiovascular manifest� que en la muestra estudiada predominaron los hipertensos con riesgo cardiovascular alto (61,1 %) y medio (34,1 %). (Gr�fico 2).

 

Gr�fico 2: Distribuci�n de mujeres adultos medio hipertensas seg�n clasificaci�n del riesgo cardiovascular

 

 

DISCUSI�N

Los resultados coinciden con los de otros estudios que plantean que a medida que se envejece aumenta el riesgo de padecer de HTA debido a una disminuci�n de la capacidad funcional de los receptores β adren�rgicos, de los niveles de renina plasm�tica, con una menor distensibilidad del aparato yuxtaglomerular que trae consigo la retenci�n de agua y sodio; unido a esto se pierde la elasticidad de la pared arterial que conlleva a un aumento de la tensi�n arterial sist�lica. ⁽¹³⁾ Se ha comprobado que los estilos de vida no saludables son los que tienen mayor influencia en el aumento de la presi�n arterial de manera progresiva a medida que el individuo envejece. Los resultados del estudio tambi�n coinciden con los de P�rez Pupo y Rodr�guez Lazo quienes plantean que esta enfermedad es m�s frecuente en las mujeres a partir de los 50 a�os de edad, estos resultados se deben a que, en esta etapa de la vida, la mujer no est� protegida por factores hormonales (estr�genos) los que elevan el HDL-colesterol. En este per�odo se elevan las LDL-colesterol las que favorecen la formaci�n de placas de ateromas, tornando las arterias r�gidas, con p�rdida de su elasticidad y a la elevaci�n consecuente de la presi�n arterial. ⁽¹³⁾ En otros estudios revisados como el de Garc�a Casta�eda coinciden con estos resultados y es evidente que la prevalencia de la hipertensi�n es de 32 % mayor en las mujeres adultas que en los hombres. En las mujeres adultas mayores la presi�n arterial aumenta m�s que en los hombres y contin�a aumentando hasta los 80 a�os. A las mujeres que se enfrentan a esta enfermedad puede ser que nos les cause limitaciones inicialmente, pero deteriora su capacidad de desempe�o. La edad es un factor no modificable que incrementa el riesgo de la hipertensi�n arterial, este se incrementa a partir de los 35 a�os. ⁽¹⁴⁾

En Cuba, la HTA es uno de los diagn�sticos m�s comunes, tanto en la Atenci�n Primaria como en la Atenci�n Secundaria, al ser una entidad extremadamente prevalente (tasa nacional de 230,2 por cada 1000 habitantes), adem�s de la relaci�n de su incremento a medida que aumenta la edad. ⁽¹⁵⁾

El trabajo difiere de un estudio realizado por Achiong Estupi��n en el Policl�nico Docente Comunitario H�roes del Moncada en C�rdenas, 2015, ⁽¹⁶⁾ donde la escolaridad que predomin� fue preuniversitaria con 97 pacientes. Y a su vez difiere del estudio realizado por Merino Guerrero en su disertaci�n previa a la obtenci�n del t�tulo de m�dico Cirujano en Quito, Ecuador ⁽¹⁷⁾ donde predominaron las personas que hab�an estudiado la secundaria en un 39,7 % y apenas un 30,65 % hab�a tenido alguna instrucci�n superior.

En estudios realizados por Garc�a Casta�eda y cols. con el nivel de escolaridad, los adultos que cursaron secundaria completa tuvieron 1,35 veces y los t�cnicos 2,5 veces m�s prevalencia de la hipertensi�n con relaci�n a los universitarios cuando se ajust� por las dem�s variables. ⁽¹⁴⁾

El nivel educacional se ha relacionado casi siempre con la prevalencia de enfermedades cr�nicas, se describe en estudios revisados, as� como en el presente que es m�s frecuente la hipertensi�n arterial entre los profesionales, lo que puede estar explicado por el estr�s laboral, y por la imposibilidad en la mayor�a de los casos de no poder llevar un estilo de vida saludable, adem�s del agotamiento f�sico e intelectual que pudieran estar presentes. Se apoya esta afirmaci�n en las visitas de trabajo donde se ha podido observar c�mo personas con un elevado nivel de instrucci�n y con conocimientos sobre estilos de vida saludables, no los practican de forma adecuada sobre todo en la alimentaci�n. Por otra parte, es conocido que un bajo nivel educacional puede influir tambi�n en la aparici�n de enfermedades cr�nicas por el desconocimiento de los factores de riesgos asociados y por mal afrontamiento a la enfermedad.

En la actualidad existe estad�sticamente una elevaci�n en la incidencia de la hipertensi�n arterial, lo cual puede estar relacionado con la estabilidad de los profesionales de la salud que conllevan a un mejor cumplimiento de las actividades previstas en los programas relacionados, adem�s con las actividades realizadas en la comunidad, dada la situaci�n epidemiol�gica de la provincia donde se reforzaron las medidas de prevenci�n.

En un estudio realizado por Rodr�guez JC, en el Hospital Nacional de Lima, Per� ⁽¹⁸⁾ se encontr� que el 55,6 % de los pacientes ten�an m�s de 10 a�os de evoluci�n de la patolog�a, y un 25,2 % ten�an menos de 5 a�os.

La mayor parte de los hipertensos diagnosticados son esenciales y, por tanto, pacientes en los cuales la hipertensi�n ser� de curso cr�nico, por lo que deben seguir tratamiento y r�gimen apropiado durante muchos a�os, probablemente durante toda su vida, el desconocimiento en este aspecto es un factor desfavorable para el cumplimiento del tratamiento en estos pacientes.

La hipertensi�n arterial no es solo un factor determinante en la evoluci�n de los pacientes con diversas nefropat�as sino tambi�n son candidatos a presentar m�ltiples afecciones cardiovasculares y cerebrovasculares en dependencia de los a�os de evoluci�n de la enfermedad, as� como el cumplimiento de tratamientos y su control, sin embargo, en otros estudios realizados en Europa, se pudo apreciar pacientes con diversas complicaciones, transcurridos pocos a�os de evoluci�n de la HTA, pero con factores de riesgo asociados como la diabetes mellitus. ⁽¹⁹⁾

Se conoce que la obesidad y el tabaquismo son factores de riesgo de importancia relevante, que influyen en el aumento de las cifras de tensi�n arterial, no obstante, otros aspectos se deben tener en cuenta para un adecuado control, pues con el adecuado reconocimiento de estos factores es posible conseguir una tendencia descendente en la distribuci�n de la presi�n arterial, y as� reducir potencialmente la morbilidad, mortalidad, y el tiempo de riesgo de individuos que ser�n hipertensos. En la actualidad 122 millones de adultos tienen sobrepeso u obesidad, que contribuyen al aumento de presi�n arterial y sus consecuencias relacionadas la obesidad es un factor modificable. ⁽¹³⁾

La obesidad es uno de los factores de riesgo modificable com�nmente observado con mayor frecuencia en pacientes con HTA. Estudios realizados demuestran que la enfermedad prevalece en un 50 % m�s entre las personas con sobrepeso. El paciente obeso tiene mayor gasto card�aco y menor resistencia vascular perif�rica, por lo tanto, se incrementan progresivamente las cifras tensionales. ⁽²⁰⁾

Se plantea que existe una relaci�n directa entre el h�bito de fumar y las cifras de tensi�n arterial por cada bocanada de humo aspirada. El riesgo de hipertensi�n desciende en los fumadores a los 5 a�os de abandonar el consumo de tabaco. Estudiosos de los h�bitos t�xicos han planteado que la nicotina es uno de los mayores responsables de HTA pues altera la actividad del sistema nervioso, eleva los niveles de catecolaminas circulantes y aumenta la frecuencia cardiaca, la contractilidad y el consumo de ox�geno del coraz�n. ⁽²¹⁾

El da�o endotelial que produce el tabaco en la actualidad est� demostrado ampliamente y en los diab�ticos fumadores este da�o se magnifica, adem�s de aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. El tabaquismo es considerado o clasificado como factor de riesgo mayor modificable y de progresi�n en la enfermedad renal cr�nica (ERC). ⁽²²⁾

La hipertensi�n arterial es responsable de hasta el 75 % de las complicaciones cardiovasculares y renales asociadas a factores de riesgo, adem�s de contribuir a las lesiones microangiop�ticas retinianas y neurol�gicas. De ah� la importancia de llevar a cabo estrategias preventivas respecto a aquellos factores de riesgo modificables y la detecci�n precoz y control de enfermedades como la HTA y la diabetes mellitus. Varios estudios han demostrado claramente que uno de los principales factores que inciden en el mantenimiento de la HTA y de otras enfermedades cr�nicas es la falta de adherencia al tratamiento de los pacientes diagnosticados, es decir, la falta de convicci�n personal y de responsabilidad para llevar a cabo los cambios indicados por el facultativo, as� como la prescripci�n de un tratamiento adecuado a los pacientes seg�n el tipo de hipertensi�n. Estos son aspectos esenciales para lograr el control de esta enfermedad que no es curable pero s� puede ser controlada. ⁽¹⁴⁾

En otros trabajos resaltan que los individuos normotensos mayores de 55 a�os tienen un 90 % de probabilidad de riesgo de desarrollar HTA, y dependiendo de las cifras de tensi�n arterial depender� la aparici�n de complicaciones. Cuanto mayor es la presi�n arterial, mayor es la probabilidad del infarto de miocardio, de la insuficiencia card�aca, del ictus y de la enfermedad renal. El control de las cifras de TA se ha asociado con reducciones en incidencias de ictus de un 35 a un 40 %, de infarto de miocardio de un 20 a un 25 %, y de insuficiencia card�aca en m�s de un 50 %. ⁽²³⁾ La incidencia de enfermedad coronaria es 5 veces superior en la asociaci�n HTA-DM y la isquemia coronaria silente es m�s frecuente en DM. ^(24,25)

Tanto en la III Encuesta Nacional de Factores de Riesgo y Actividades Preventivas de Enfermedades no Trasmisibles y el estudio INTERHEART, la prevalencia de DM en la poblaci�n cubana fue del 10 %, pero en la presente investigaci�n se estudiaron solo pacientes hipertensos, y la DM represent� el 11,1 %; esto quiere decir que los adultos con DM tienen una elevada prevalencia de HTA, como se expuso en el estudio de Framingham. ⁽²⁵⁾

Este estudio no coincide con una investigaci�n realizada en el municipio Col�n en la provincia Matanzas donde se encontr� que m�s del 50 % de los individuos presenta nivel de riesgo bajo. ^(26,27) Por otra parte, Varona y Armas ⁽²⁸⁾ refieren que, la estimaci�n del riesgo cardiovascular en la poblaci�n cubana y la determinaci�n de su distribuci�n en esa poblaci�n es un elemento b�sico para la planificaci�n e implementaci�n de acciones preventivas y de control que sin duda redundara en una disminuci�n de la morbilidad y mortalidad en Cuba. Son necesarios esfuerzos oportunos que impacten en los segmentos de poblaci�n de m�s alto riesgo. ⁽²⁹⁾

La determinaci�n del riesgo cardiovascular absoluto (RCA) es una necesidad para enfocar la prevenci�n de la enfermedad cardiovascular hacia los grupos de mayor riesgo. El desarrollo de la medicina familiar ha permitido acercar los servicios de salud a la comunidad, adem�s que las principales acciones van encaminadas a la prevenci�n, lo cual permite controlar los factores de riesgo que incrementan la probabilidad de padecer un evento cardiovascular. La implementaci�n de CARMEN en la provincia Cienfuegos ha facilitado el manejo de las ENT y ha permitido a los decisores del sistema de salud elaborar y aplicar estrategias m�s apropiadas para mejorar el seguimiento a estas enfermedades. ⁽³⁰⁾

Existen estudios cubanos que no coinciden con los resultados de la presente investigaci�n, en los que se determin� el RCV por tablas de la OMS/ISH/ISH como fueron los realizados en las �reas de salud M�rtires de Corynthia y H�roes del Moncada en la Habana, ambos en zonas muy urbanizadas, donde el mayor porciento de los pacientes ten�a un bajo riesgo cardiovascular. ^(31,32,33) Asimismo, la presente investigaci�n difiere de un estudio de estimaci�n de riesgo cardiovascular en la poblaci�n cubana por la autora Varona PP y cols. que emple� los datos aportados por la III Encuesta Nacional de Factores de Riesgo cuyo resultado fue un bajo riesgo cardiovascular de los individuos encuestados y solo 5,2 % un alto riesgo, pero se debe tener en cuenta que todos los pacientes de la actual investigaci�n son hipertensos. ⁽³⁴⁾

La hipertensi�n arterial es la m�s com�n de las condiciones que afecta la salud de los individuos y las poblaciones en todas las partes del mundo. Representa por s� misma una enfermedad, como tambi�n un factor de riesgo importante para otras, fundamentalmente para la cardiopat�a isqu�mica, insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal y contribuye significativamente a la retinopat�a. Si se considera que el manejo de los pacientes en las distintas �reas de salud ajustado a los protocolos nacionales debe estar encaminado a modificar estilos de vida. Se sugiere profundizar en los estudios tanto observacionales como experimentales que aporten nuevos conocimientos alrededor de esta enfermedad, as� como generalizarlos en todas las �reas de atenci�n primaria de salud del pa�s.

 

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Conflicto de intereses:

Los autores declaran la no existencia de conflictos de intereses relacionados con el estudio.

 

Los roles de autor�a:

1. Conceptualizaci�n: Yusim� Alejo Padr�n.

2. Curaci�n de datos: Yusim� Alejo Padr�n, Daniela Sobeida Sobrino Jim�nez.

3. An�lisis formal: Yusim� Alejo Padr�n, Daniela Sobeida Sobrino Jim�nez.

4. Adquisici�n de fondos: Esta investigaci�n no cont� con la adquisici�n de fondos.

5. Investigaci�n: Yusim� Alejo Padr�n, Daniela Sobeida Sobrino Jim�nez, Javier de Jes�s Morales Alejo.

6. Metodolog�a: Yusim� Alejo Padr�n.

7. Administraci�n del proyecto: Yusim� Alejo Padr�n.

8. Recursos: Yusim� Alejo Padr�n, Daniela Sobeida Sobrino Jim�nez, Javier de Jes�s Morales Alejo.

9. Software: Javier de Jes�s Morales Alejo.

10. Supervisi�n: Yusim� Alejo Padr�n.

11. Validaci�n: Daniela Sobeida Sobrino Jim�nez.

12. Visualizaci�n: Javier de Jes�s Morales Alejo.

13. Redacci�n del borrador original: Yusim� Alejo Padr�n, Daniela Sobeida Sobrino Jim�nez.

14. Redacci�n, revisi�n y edici�n: Yusim� Alejo Padr�n, Daniela Sobeida Sobrino Jim�nez, Javier de Jes�s Morales Alejo.

 

�Financiaci�n:

No se declaran fuentes de financiaci�n

 

Citar como: Sobrino Jim�nez DS, Morales Alejo JJ, Alejo Padr�n Y. Factores de riesgo y enfermedades no transmisibles asociados a la hipertensi�n arterial en la mujer adulto medio [Internet]. 2023 [citado fecha de acceso];6(1):e206. Disponible en: http://www.inmedsur.cfg.sld.cu/index.php/inmedsur/article/view/206

 

Recibido: 21 de noviembre del 2022 Aceptado: 5 de marzo del 2023 Publicado: 3 de abril del 2023

 

 

Este art�culo de la Revista Inmedsur est� bajo una licencia Creative Commons Atribuci�n-No Comercial 4.0. Esta licencia permite el uso, distribuci�n y reproducci�n del art�culo en cualquier medio, siempre y cuando se otorgue el cr�dito correspondiente al autor del art�culo y al medio en que se publica, en este caso la Revista Inmedsur