Revista Científica Estudiantil Inmedsur

Vol. 6 No.3 2023 e254

ISSN: 2708 – 8456 RNPS: 2482

 

ARTÍCULO HISTÓRICO

Francisco Riverón Mena, símbolo de la Cardiología en Cienfuegos

Francisco Riverón Mena, a symbol of the Cardiology in Cienfuegos

 

Rodolfo Antonio Cruz Rodríguez1* https://orcid.org/0000-0002-2899-636X

Cynthia Torres Acosta2 https://orcid.org/0000-0002-3257-5808

Martha del Carmen Acuña Caballero1 https://orcid.org/0000-0002-4874-3845

Juan Pablo Sandoval Naranjo3 https://orcid.org/0009-0007-4804-8392

 

1 Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos. Facultad de Ciencias Médicas “Dr. Raúl Dorticós Torrado”. Cienfuegos, Cuba.

2 Hospital General Universitario “Dr. Gustavo Aldereguía Lima”. Cienfuegos, Cuba.

1 Universidad de Ciencias Médicas de Sancti Spíritus. Sede de Trinidad. Sancti Spiritus, Cuba

 

* Autor para la correspondencia: rodocruzrdg99@gmail.com

 

 

RESUMEN

Introducción: la Cardiología en la provincia de Cienfuegos tiene varios exponentes, pero si se hace referencia a la historia de esta especialidad no se puede obviar a uno de los iniciadores de este gremio en la Perla del Sur: el doctor Francisco Riverón Mena.

Objetivo: describir la vida y obra del doctor Francisco Riverón Mena.

Material y métodos: se realizó una investigación de tipo descriptiva empleando la historia de vida; se emplearon siete referencias bibliográficas y fue necesario recurrir a varias entrevistas como fuente de información.

Desarrollo: la brillante trayectoria de este médico revolucionario ha sido poco divulgada; sus aportes a la medicina y la cardiología fueron notorios, fundamentalmente en la técnica de implantación de marcapasos. Además, luchó desde su posición de profesional de la salud por eliminar los males de la sociedad capitalista, imperante en su juventud.

Conclusiones: la vida y obra de este galeno es una prueba irrefutable de entrega y abnegación hacia la noble profesión de la medicina, poniéndose de manifiesto innumerables valores y demostrando que desde el ejercicio de esta labor se puede lograr un perfeccionamiento de la sociedad en aras de garantizar una mejor calidad de vida del pueblo.

Palabras clave: Doctor; Medicina; Cardiología; Francisco Riverón Mena; Estimulación cardíaca; Marcapasos artificial.

 

ABSTRACT

Introduction: Cardiology in the province of Cienfuegos has several exponents, but if reference is made to the history of this specialty, cannot be ignored one of the initiators of this guild in the Pearl of the South: Dr. Francisco Riverón Mena.

Objective: to describe the life and work of Dr. Francisco Riverón Mena.

Material and methods: a descriptive investigation was carried out using the life history; Seven bibliographical references were used and it was necessary to resort to several interviews as a source of information.

Development: the brilliant career of this revolutionary doctor has been little publicized; his contributions to Medicine and Cardiology were notorious, mainly in the pacemaker implantation technique. In addition, he fought from his position as a health professional to eliminate the evils of the capitalist society, prevailing in his youth.

Conclusions: the life and work of this physician is an indisputable proof of dedication and dedication to the noble profession of medicine, revealing innumerable values and demonstrating that, from the exercise of this labor, an improvement of the society can be achieved in order to guarantee a better quality of life for the people.

Keywords: Doctor; Medicine; Cardiology; Francisco Riverón Mena; Cardiac pacing; artificial pacemaker

 

INTRODUCCIÓN

En la historia de la medicina como ciencia desde tiempos remotos siempre existió preocupación por el aparato cardiovascular a pesar de no haber suficientes conocimientos acerca de esta materia.

Con el decursar de los siglos, surgen ciertos filósofos de la época antes de Cristo, como Platón, Aristóteles e Hipócrates, que con sus ideas recogidas en escritos propios ejercieron una influencia muy poderosa no solo en la época que vivieron, si no que continúan haciéndolo en el momento actual. Hacia el 330 a.C. Aristóteles sostenía que el corazón es el órgano central del cuerpo humano y por tanto es el centro del alma; esto, como interpretación filosófica proyectada a la función de un órgano. Con la evolución de la medicina se fue creando la necesidad de facilitar el diagnóstico de enfermedades cardíacas.

Entre los siglos XVI y XIX ocurrieron importantes descubrimientos que revolucionaron los conocimientos sobre el corazón y la circulación sanguínea, entre estos merecen ser destacados los aportes del médico inglés Sir William Harvey (1); Stephen Hales, religioso inglés (2), la invención del fonendoscopio o estetoscopio en 1819 por René Théophile Hyacinthe Laënnec(3)y posteriormente el primer electrocardiograma desarrollado en el hombre, obra del fisiólogo inglés, Augustus Desiré Waller, y continuado por Willen Einthoven, fisiólogo y médico holandés(4).

Las sociedades de especialidades médicas y quirúrgicas tal como se conocen hoy en día, nacieron en Cuba entre la segunda y sexta década del siglo XX y fueron expresión del desarrollo cuanti-cualitativo de dichas especialidades. Tan temprano como el año 1924 se creó en los EEUU la primera Sociedad de Cardiología en el mundo. En la década de los años 20 del siglo pasado solo se crearon tres sociedades nacionales de cardiología en el mundo incluyendo la estadounidense. En la década del 30 se crearon nueve más, entre ellas la Sociedad Cubana de Cardiología (SCC) que lo hizo en 1937, resultando ser la cuarta en América y la duodécima en el mundo(5).

La Cardiología en la provincia de Cienfuegos tiene varios exponentes de renombre nacional, merecen ser citados los doctores: Dagoberto Capote Sarduy, Cecilio Ruiz de Zárate y Raúl Dorticós Torrado, entre otros; pero si vamos a referirnos a la historia de esta especialidad no podemos obviar a uno de los iniciadores de este gremio en la Perla del Sur: el doctor Francisco Riverón Mena, quien a sus 79 años aún se mantiene activo en el ejercicio de tan noble labor.

Teniendo en cuenta la escasa bibliografía científica publicada acerca de la fecunda labor de este galeno, quien introdujo la técnica de implantación de marcapasos en el Hospital Provincial de la Perla del Sur se hace necesaria la realización de estudios al respecto; por tanto, el presente trabajo persigue como objetivo describir la vida y obra del doctor Francisco Riverón Mena.

 

MATERIAL Y MÉTODOS

Se realizó una investigación de tipo descriptiva en el Hospital General Universitario “Dr. Gustavo Aldereguía Lima” de la provincia de Cienfuegos, empleando la historia de vida para alcanzar su objetivo, durante los meses de marzo a abril de 2022. Se utilizó la forma biográfica para realizar una reseña de la vida de Francisco Riverón Mena. Fueron empleados los métodos teóricos: analítico-sintético que permite llevar la investigación de lo general a lo particular y seleccionar los aspectos significativos que conforman el informe final, deductivo-inductivo mediante el cual fue posible explicar la vida de este doctor y comprender su impacto a nivel nacional y local, y el histórico-lógico para delimitar el marco temporal de la investigación comprendido entre 1944 y 2022 y analizar el contexto histórico en el que se desarrolla la investigación. Para la recolección de datos se utilizaron la revisión documental y el testimonio directo de la voz del galeno mediante entrevistas como fuente primaria de obtención de la información. Se consultó un total de 7 fuentes bibliográficas, que resultan escasas y por ello se hizo necesaria la realización de varias entrevistas al doctor.

 

DESARROLLO

Nacido el 17 de julio de 1944 en Güines, antigua provincia de La Habana, su padre se dedicaba a la carnicería y su madre era ama de casa. Su humilde familia forjó en el pequeño desde edades tempranas buenos valores. Ambos progenitores fueron siempre su modelo a seguir por ser excepcionales personas, modestas y muy queridas por todos los que los conocieron.

Su etapa escolar la inició en escuelas privadas que con mucho sacrificio sus padres costeaban para que tuviera acceso a una educación de calidad. Asistió a la escuela primaria en el Colegio Salesiano San Julián, una escuela de curas donde comenzaría su formación académica. Su primer año de bachillerato lo cursa en el Instituto Preuniversitario de Güines.

Cuando se encontraba culminando su segundo año de bachiller acontece el triunfo de la Revolución cubana, hecho trascendental que determina que Riverón cambie de centro de estudios a un instituto público de segunda enseñanza, ante el proceso de nacionalizaciones llevado a cabo por el nuevo gobierno. Inicialmente no pensaba en estudiar Medicina. Cuando cursaba el preuniversitario tuvo problemas con la matemática y por esa razón comenzó a estudiar Matemática y Aritmética moderna, y llegó a ser primera y segunda nota en los cinco años del bachillerato.

Por la necesidad de profesores que había en aquel momento, se hizo en tan solo seis meses profesor de matemática de secundaria básica, cuando estaba en cuarto año de bachillerato; pero desde segundo año conoció a un instructor de basquetbol que era cardiólogo, y que lo entrenaba como integrante del equipo de baloncesto de su año. Pero el joven Riverón decidió que su destino era ser doctor mientras ayudaba en sus tiempos libres a aquel galeno en sus consultas de cardiología al conocer la hermosa labor que representa el ejercicio de tan noble profesión al servicio de los necesitados.

“Yo tenía un incentivo previo, porque me había percatado de la situación que tenía el país con la atención médica. En Güines para ver un médico y un estomatólogo no era fácil; era terrible” (6).

 “Aquella etapa, antes del ’59, prevalecía el poder del dinero. La sociedad era un artificio, con una brecha muy grande entre los que lo tenían todo y los que no tenían nada. Mi camino para contribuir a cambiar aquello, para ayudar a la sociedad, era el estudio de la Medicina y desde que empecé ya tenía previsto que sería cardiólogo” (6). Expresó el doctor en una entrevista para el Periódico 5 de Septiembre en el año 2023.

Con estos preceptos como motor impulsor, comienza sus estudios de la carrera de Medicina en La Habana en el año 1964, mientras se desarrollaban los cambios de la naciente república revolucionaria de Fidel Castro con todos los males heredados de la sociedad capitalista precedente. De los escasos médicos que existían de antes del triunfo de la Revolución, más de la mitad abandonaron el país al no simpatizar con la ideología de la sociedad socialista cubana y por ende la situación de la salud en Cuba, como en muchas otras esferas, era precaria.

Por estos motivos en el programa de estudios de la carrera todos los años se realizaban durante un mes labores asistenciales. Así el doctor en formación prestó sus servicios a la vez que adquiría conocimientos médicos en la Sierra Maestra, en el asentamiento La Estrella y en Birán, en la actual provincia de Holguín. En este último lugar trabajó en un policlínico que se encontraba junto a la casa de la familia del Comandante en Jefe. Su entrega total al perfeccionamiento del sistema de salud en estas comunidades rurales muestra los profundos valores de humanismo que deben encontrarse en los cimientos de la formación de todo profesional de esta rama.

Refirió Riverón en entrevista de prensa: “Así debí enfrentar la realidad de algunos de los lugares más intrincados del país. De aquel tiempo atesoro los recuerdos más dramáticos y al mismo tiempo, los más bellos. Por un lado, conocía las privaciones de los habitantes de esas comunidades; de otro, era testigo de lo que estaba haciendo la Revolución por su gente” (6).

Cuando cursaba el quinto año de la carrera conoce en el hospital Calixto a Alicia Muñoz Leyva, que estudiaba técnico medio en asistente estomatología, quien sería su compañera de vida. La pareja contrae matrimonio en 1969 en Santa Clara, tierra natal de Alicia.

A Francisco Riverón siempre le gustó ayudar a sus compañeros y les explicaba aquellos contenidos de difícil comprensión, si bien se dice que la mejor forma de demostrar la adquisición de conocimientos es saber transmitirlos a otra persona. Esta brillante trayectoria propició que fuera seleccionado, junto a once compañeros de estudios y algunos profesores (especialistas en psiquiatría, cirugía y epidemiología), cuando cursaba el cuarto año para desempeñar la docencia en Camagüey, lo que representaba el inicio de la enseñanza médica en esa provincia.

Se le brindó la posibilidad de adquirir una vivienda y, como al galeno le había gustado Camagüey, decidió formar un hogar con su esposa en aquella localidad. Allí realiza su internado y culmina el estudio de la carrera en el año 1970. Poco tiempo después nace su primera hija, Dunia Riverón Muñoz, quien seguiría los pasos de su padre en la pasión por el arte de sanar.

En su primer día de posgraduado, a Riverón le fue asignada la responsabilidad de ser director de la región comprendida por los municipios de Guáimaro y Santa Cruz del Sur, en Camagüey y Amancio Rodríguez, en Las Tunas, la cual era nombrada “Región Sur-Este”. En Amancio Rodríguez, en la década del 70 del pasado siglo, se comenzaban a dar los primeros pasos de avance hacia el desarrollo social planteado por el proyecto de la Revolución. En Santa Cruz del Sur se vivía una situación de pobreza extrema, herencia del capitalismo, el desarrollo era incipiente y toda acción que pudiera llevarse a cabo era poca, lo que representaba un verdadero desafío para el recién graduado doctor Riverón.

Las mayores cifras de médicos se encontraban concentradas hacia las grandes ciudades como Santiago de Cuba y La Habana, por ende, el resto de las comunidades estaban desprovistas en gran medida de atención sanitaria. En consecuencia, la estrategia del nuevo gobierno revolucionario estaba encaminada a la puesta en marcha de estas y otras acciones para generalizar el acceso y la disponibilidad a los recursos de salud.

A decir del doctor: “Las secuelas del capitalismo no estaban completamente resueltas. La mortalidad infantil era muy elevada; había desnutrición. La Revolución tuvo que crear centros para niños distróficos. Mi motivación era muy grande, porque sabía que estaba enfrentando esos males que cuando decidí ser médico me había propuesto combatir, esa herencia del capitalismo” (6).

Así se pone de manifiesto desde épocas tan tempranas de su formación profesional su altruismo, entrega total y desinteresada para la atención a aquellas comunidades tan desposeídas y su vocación como médico revolucionario tan necesarios en aquellos momentos donde escaseaban tanto los recursos humanos y materiales en los cuidados de salud.

Tiempo después de brindar sus servicios en estas provincias del Oriente del país regresa a La Habana, donde conoce al entonces Ministro de salud Eliodoro Martínez Junco, a quien en una visita le muestra un electrocardiógrafo que le había regalado un galeno que abandonó el país, aquel era un equipo antiguo marca Sambor, con la cubierta de madera que él mismo reparó y puso al servicio de la salud del pueblo.

Desde comenzados sus estudios de medicina, Riverón tenía la aspiración de ser cardiólogo gracias a la influencia que en su formación recibió de su profesor de baloncesto del bachillerato. Así comienza la especialidad en Cardiología en el año 1974. Desde primer año de la residencia en el plan de estudios se incluían los contenidos de electrofisiología y marcapasos y él asistía a su profesor, el Dr. Bueno Leza en las operaciones de colocación de los marcapasos en el hospital.

El galeno nos relata jocosamente: “Yo los tres primeros marcapasos los coloqué junto a mi profesor, un día me dijo que continuara yo porque él necesitaba salir del salón y terminé ese caso. Ya luego los colocaba yo solo como si fuera especialista”.

En octubre del año 1978 termina su especialidad y es ubicado en el hospital militar Carlos J. Finlay. Allí gracias a la experiencia adquirida en sus años de estudio, se dedicó a realizar modificaciones a la técnica convencional de implantación de marcapasos ante las carencias de insumos y equipos de imagen. Esta variación de la técnica tenía la bondad de reducir al mínimo la exposición del paciente y del facultativo a las radiaciones del fluoroscopio al utilizarlo solamente al finalizar el proceder para comprobar la correcta colocación del marcapasos en el ápex del ventrículo derecho.

La idea surgió de un imprevisto al colocar un dispositivo (el equipo de Rayos X tuvo una avería durante el proceder), a posteriori esta se estructuró mejor, paso a paso, con el fin de responder a las dificultades por las que transitaba el hospital en aquel momento. Este método fue acogido por el resto de los especialistas, y empleado por más de diez años en la institución; incluso llegó a registrarse legalmente(7).

En 1978 nace su segundo hijo, Francisco Riverón Muñoz, que no escogió la rama de las ciencias de la salud, sino que se dedicó a las militares y actualmente labora en las Fuerzas Armadas Revolucionarias pues crecería siguiendo los ideales y principios revolucionarios de su padre.

En el año 1979, al doctor le es encomendada la tarea de trasladarse a la provincia de Cienfuegos para laborar en el recién inaugurado Hospital “Dr. Gustavo Aldereguía Lima” para comenzar en la localidad la implantación de marcapasos, pues el nuevo centro asistencial disponía de recursos y de todo el equipo necesario, pero no contaba con personal capacitado para ejecutarlo. Hasta ese momento, este tipo de pacientes requerían ser enviados a La Habana.

Ese mismo año se implantó en Cienfuegos exitosamente el primer marcapasos permanente en un paciente por el equipo liderado por el doctor Francisco Riverón Mena, quien se mantuvo por más de diez años al frente de la estimulación cardíaca. En su carrera el equipo implantaría más de 600 dispositivos. Más adelante, tomaría la responsabilidad otro equipo, encabezado por los doctores Francisco Valladares y Claudio González. En 2016, un nuevo grupo a cargo del Dr. Magdiel Echazabal ha continuado la labor de la estimulación cardíaca, haciendo nuevos aportes, como el implante de desfibriladores automáticos internos (DAI) (7), pero aun en la actualidad la técnica introducida por Riverón en ocasiones se utiliza.

El facultativo también se desempeñó entre los años 1981 y 1986 como delegado de la Asamblea Provincial del Poder Popular, así como miembro de su Comité Ejecutivo. Además, fue durante muchos años Secretario de Núcleo del Partido Comunista de Cuba y del Comité del PCC del Hospital Provincial. Todos estos cargos fueron desempeñados de manera intachable demostrado su entrega y compromiso con la Revolución.

Desde sus inicios el doctor se encontraba vinculado a la docencia, pero comenzó a notar que cuando forzaba la voz de manera continuada sufría de disfonía por varios días, se le diagnosticó un pólipo en las cuerdas vocales del cual fue operado en el año 1985, y desde ese momento no pudo continuar el ejercicio de la docencia por esta causa. No obstante, se mantiene apoyando hasta nuestros días a los estudiantes, residentes y cualquiera que se le acerca con sus vastos conocimientos de cardiología, medicina y de cultura general con el afecto y sencillez que lo caracterizan.

En 1990 cumplió misión internacionalista en la hermana república asiática de Vietnam. Allí ejerció durante un año como cardiólogo del Hospital de Amistad Cuba-Vietnam, demostrando una vez más los más profundos valores inculcados por su familia desde su niñez y fomentados durante su formación como médico revolucionario. El internacionalismo y la ayuda a otras naciones siempre han formado parte de la base más autóctona de la medicina cubana.

A lo largo de su fecunda vida han sido numerosos sus méritos y reconocimientos a tanto a nivel local, como nacional e internacional, pero por su modestia y humildad no los compartió con los autores de la presente investigación.

En el presente el doctor Francisco Riverón Mena todavía se encuentra vinculado al servicio de Cardiología del Hospital General Universitario “Dr. Gustavo Aldereguía Lima” de Cienfuegos; se le puede ver actualmente transitando los pasillos de la sala 4A o en la sección C de Consulta Externa brindando atención de calidad a los pacientes con afecciones cardiovasculares, tan frecuentes en nuestra sociedad. Su arrojo y dedicación a la noble y humana vocación médica lo llevan a plantear que hasta que esté en sus manos seguirá ejerciendo esta, la hermosa carrera que lo enamoró.

 

CONCLUSIONES

La vida y obra de Francisco Riverón Mena, es una prueba irrefutable de entrega y abnegación hacia la noble profesión de la medicina, lo que pone de manifiesto innumerables valores y demuestra que desde el ejercicio de esta labor se puede lograr un perfeccionamiento de la sociedad en aras de garantizar una mejor calidad de vida del pueblo.

Este excepcional doctor ha sido capaz de inculcar sus amplios conocimientos sobre la estimulación cardíaca y sobre la cardiología general a las nuevas generaciones, teniendo en cuenta que las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en Cuba y el mundo.

 

AGRADECIMIENTOS

Al doctor Francisco Riverón Mena por su apoyo en todo momento, por su paciencia, por brindarnos su valioso tiempo en las entrevistas y por facilitarnos información vital para la realización del presente artículo.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1.    Burchell Howard B. La expansión de los conocimientos. En Harrison: El Corazón. Séptima Edición. Editorial interamericana McGraw Hill. México 1990; XXVII XXIX.

2.    Dustan Harriet P. Fisipatología de la Hipertensión Arterial. En Harrison: El Corazón. Séptima Edición. Editorial interamericana McGraw Hill. México 1990; 1210-21

3.    Shaver James A, Salerni R. Auscultación del corazón. En Harrison: El Corazón. Séptima Edición. Editorial Interamericana McGraw Hill 1990; 184-254

4.    Castellanos A, Myerburg Robert J. Electrocardiograma en reposo: En Harrison: El Corazón. Séptima Edición. Editorial Interamericana McGraw Hill. México 1990; 279-314

5.    Hernández Cañero A; Castillo Guzmán A; Pijuán Pérez M. Breve historia de la Sociedad Cubana de Cardiología: 1937-2007. Rev. cuba. Invest bioméd. [revista en Internet]. 2008 [citado 5/04/2022]; 27(2):[aprox 5 p]. Disponible en: https://pesquisa.bvsalud.org/portal/resource/pt/lil-506267

6.    Bermúdez Pupo A. Una pasión por la cardiología y el deseo de una sociedad mejor. Periódico 5 de Septiembre, Cienfuegos: 2021, marzo 19. Disponible en: http://www.5septiembre.cu/tag/doctor-francisco-riveron-mena/

7.    Torres-Acosta C. Implante de marcapasos permanente. Acceso al ápex del ventrículo derecho usando radioscopia solo en el último momento. Medisur [revista en Internet]. 2021 [citado 5/04/2022]; 19(6): [aprox. 6 p.]. Disponible en: http://www.medisur.sld.cu/index.php/medisur/article/view/5288

Conflictos de intereses

Los autores declaran la no existencia de conflictos de intereses relacionados con el estudio.

 

Los roles de autoría:

1. Conceptualización: Rodolfo Antonio Cruz Rodríguez

2. Curación de datos: Rodolfo Antonio Cruz Rodríguez, Cynthia Torres Acosta

3. Análisis formal: Rodolfo Antonio Cruz Rodríguez, Juan Pablo Sandoval Naranjo

4. Adquisición de fondos: Esta investigación no contó con la adquisición de fondos.

5. Investigación: Rodolfo Antonio Cruz Rodríguez, Cynthia Torres Acosta, Martha del Carmen Acuña Caballero, Juan Pablo Sandoval Naranjo

6. Metodología: Rodolfo Antonio Cruz Rodríguez

7. Administración del proyecto: Rodolfo Antonio Cruz Rodríguez, Cynthia Torres Acosta

8. Recursos: Rodolfo Antonio Cruz Rodríguez

9. Software: Martha del Carmen Acuña Caballero, Juan Pablo Sandoval Naranjo

10. Supervisión: Rodolfo Antonio Cruz Rodríguez, Cynthia Torres Acosta

11. Validación: Cynthia Torres Acosta

12. Visualización: Rodolfo Antonio Cruz Rodríguez

13. Redacción del borrador original: Rodolfo Antonio Cruz Rodríguez, Cynthia Torres Acosta, Martha del Carmen Acuña Caballero, Juan Pablo Sandoval Naranjo

14. Redacción, revisión y edición: Rodolfo Antonio Cruz Rodríguez, Cynthia Torres Acosta, Martha del Carmen Acuña Caballero, Juan Pablo Sandoval Naranjo

Financiación:

No se declaran fuentes de financiación

 

Citar como: Cruz Rodríguez RA, Torres Acosta C, Acuña Caballero MC, Sandoval Naranjo JP. Francisco Riverón Mena, símbolo de la Cardiología en Cienfuegos. Inmedsur [Internet]. 2023 [citado

fecha de acceso];6(3): e254. Disponible en: http://www.inmedsur.cfg.sld.cu/index.php/inmedsur/article/view/254

 

Recibido: 25 de junio del 2023 Aceptado: 31 de julio del 2023 Publicado: 1 de septiembre del 2023

 

 

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